martes, 1 de abril de 2014

CRONICA MARATON DE BARCELONA 2014

         
   Correr una maratón significa mucho más que cruzar la línea de meta, supone un desafío personal de tal envergadura que te hace retarte constantemente a tus propios límites y superarlos con creces, con ingredientes tales como constancia, tesón, sufrimiento y grandes dosis de motivación.

Tras cruzar el Arco del Triunfo en Paris y aún con el subidón de la llegada a la meta, inmediatamente me propuse volver a sentir la experiencia de correr una maratón y sin saber muy bien por qué la elegida fue Barcelona.

EL ENTRENAMIENTO

Allá por Octubre, con 5 largos meses por delante y con mucha ilusión así comenzó mi maratón de Barcelona. Sí, así es, porque la propia carrera es simplemente la culminación de un gran viaje que comienza haciendo las maletas con el primer entrenamiento, y finaliza llegando a la última estación, la ansiada Meta.

Dada mi propia situación personal, profesional y familiar, el entrenamiento siempre es en solitario. Muchas han sido las horas dedicadas, con climatología adversa, con sacrificios personales y sobre todo familiares y en todas esas horas de running solitario que dan paso al pensamiento y sobre todo a la reflexión hacen que una de mis conclusiones más importantes, que en parte da sentido a esta crónica es que el éxito (sea cual sea tu definición de éxito) no se consigue esprintando. El éxito no se puede conseguir de la noche a la mañana. El éxito se consigue poco a poco, día tras día, esfuerzo tras esfuerzo. El éxito es una carrera larga, de fondo, que sólo se alcanza a largo plazo.

Durante el entrenamiento tuve un par de competiciones obligadas, esas dentro de mi calendario anual que para mí son sagradas y que además me daban una referencia de cómo iba actuando el entrenamiento en mi forma física. Estoy hablando de la Behobia-San Sebastián y la Media Maratón de Vitoria. Ambas pruebas, las acabé con una marcas muy mejoradas respecto a ediciones anteriores, pero con unos problemas en los gemelos de importancia. Estaba ante la primera lesión de esta maratón y no iba a ser la última.

Tras varias visitas a físios, osteópatas, podólogos y sin percibir un diagnóstico claro fueron pasando los días, semanas y allá por Febrero a un mes de la competición y tras un entreno duro se me instaló una rigidez en la espalda que me impedía incluso hacer una vida medianamente normal. Hablo con Pablo (mi entrenador) y me transmite tranquilidad, es normal me dice, después de someter a los músculos a tanta carga de trabajo.., sus palabras son de ánimos…”no te preocupes, el trabajo ya está hecho, solo falta pasar los apuntes a limpio y que para eso hay tiempo de sobra!!!”

De poco consuelo me sirven sus palabras, mi desasosiego va incrementándose cuando al día siguiente no puedo entrenar, al siguiente tampoco y así discurrió hasta una semana!!! Y lo peor de todo es que se sumaban las molestias, ahora también los abductores, isquiotibiales…Frustración e impotencia es lo que sentía en esos momentos…

Por un golpe de suerte y gracias a Aitziber, que le estaré agradecida toda mi vida, pude contactar con Txema (un mago de la osteopatía) y que fue el que finalmente acertó con mi diagnóstico. Tras una sesión larga y muy dolorosa, pude por fin ver la luz y volver a sentir mi cuerpo, aunque muy dolorido pero con mejoría por momentos…..Esto me haría incluso más fuerte para afrontar el reto y conseguir lo propuesto….

EL DÍA ANTERIOR

Viajamos en tren el viernes a Barcelona y el sábado espero a Ibón (un compañero de trabajo) y vamos directamente a la feria del corredor.

Recogemos nuestros dorsales, y por eso de conseguir que nuestros depósitos de glucógeno estén a rebosar nos quedamos en la pasta party y vuelta por la feria del corredor.

Mucho más pequeña que la de Berlín o Paris pero no por ello menos importante, con algo más de 200 expositores en el que te muestran las tendencias, novedades en el mundo del running…De un expositor a otro y sin perder ojo a todo lo que ofrecían encontré aquello que llevaba buscando durante meses. Una riñonera porta geles. El tamaño idóneo, la goma elástica a la par que cómoda, para llevar en la cadera y sin que se te vaya escurriendo hasta la cintura. Qué suerte!! Las risas fueron sonoras entre los presentes cuando elegí el color…. Pues sí, una ha sido de princesas desde pequeña y además no hay que perder el glamour ni corriendo. El color no podía ser otro que rosa!!!.

Tarde tranquila para no cargar las piernas y sobre las 19:30 nuevamente volvemos a hacer la carga de hidratos, para no variar, cenamos en un italiano. Yo, que no soy muy amiga de la pasta, os puedo asegurar que no voy a probar los hidratos en una buena temporada. Qué saturación!!!.

Vuelta al hotel y dejar todo listo para el gran acontecimiento.

LLEGÓ EL DÍA

Suena el despertador a las 6:00. He dormido bien. Me levanto contenta. Ya sólo quedan escasas tres horas para que se dé pistoletazo de salida, para que todas las dudas, ilusiones, deseos, miedos, nervios, ganas… todo un cocktail de sentimientos y sensaciones acumulados durante las últimas semanas, se esfumen y dejen paso a un precioso y privilegiado recorrido por las calles de Barcelona de 42 kilómetros y 195 metros de distancia.


Salimos del hotel en Dirección a Montjuic y sobre las 7:50 nos juntamos con Ibón para hacernos la foto de rigor, comentar nuevamente nuestra estrategia de carrera y desearnos SUERTE ¡!.

Para Ibón era su primera maratón, pero es uno de esos deportistas con mucha casta, raza y con sobrado potencial y sabía que acabaría como acaban los ganadores…..

Nos deseamos suerte como los campeones y cada uno a su cajón de salida. Me acompaña Aitor hasta el acceso a mi cajón, me repasa nuevamente los puntos kilométricos en los que me estará viendo y nos despedimos.

Allí en mi cajón se vive el ambiente previo a la carrera. Corredores que se saludan, familiares, amigos que se acercan a animar a sus allegados, viejos conocidos que se encuentran y sus conversaciones de mil batallas vividas atrás, gente que calienta, que estiran, fotos de recuerdo, últimos preparativos, colas enormes en los WC que facilita la organización, “date un poco de vaselina”, “¿cuántos geles vas a llevar?”, animadores, gritos, risas, ánimos… en definitiva, ese ambiente previo a toda carrera, un ambiente lleno de expectación y con sobredosis de adrenalina.

Entablo conversación con unos catalanes, intercambiamos nuestros objetivos y sin más se oye el pistoletazo de salida. Primero los minusválidos, luego los pros que dan paso a su vez a los distintos cajones en función del tiempo previsto de llegada. Momento de expectación, nervios y de recuerdos, comenzamos a andar, respiro hondo un par de veces y con la imagen de mis pequeños en mi mente comienza la carrera!!!.

El día es muy caluroso. Ya a las 8:00 contábamos con 17 grados y la previsión es acabar con 25. Temperatura muy elevada para una chica del norte como yo y acostumbrada a entrenar con temperaturas muy gélidas. Decido empezar a un ritmo fuerte y dejar los ritmos más suaves para las horas más calurosas de la carrera que fijo me pasarán factura. Dudo que con el día que contamos pueda cumplir mi objetivo. Bajar de 3:50.

Salida abultada y voluminosa hace que resulte complicado coger el ritmo que te propones. Voy como puedo esquivando a corredores y adelantando posiciones hasta hacerme un hueco y alcanzar el ritmo esperado.

Como por arte de magia me encuentro pasando por la alfombra del km 10 y parece que acabamos de empezar!!. Voy mirando el reloj y el crono marcaba 53 minutos, media de 5:18, perfecto!. Y así van sucediéndose los kilómetros uno tras otro. Con el ritmo de momento controlado y aunque mirando el crono cada kilómetro, al paso por Gran Vía en dirección a la Sagrada familia, me viene un recuerdo especial, grato, la celebración de comienzo de década, 40 años, las tertulias, los paseos, las tardes de compras, la armonía, la alegría y voy repasando una a una a cada una de mis amigas… cómo disfrutamos, nos divertimos e incluso rejuvenecimos…Me siento por un momento emocionada y decido meterme nuevamente en la carrera pues aún queda mucho por delante. ..

Paso la media maratón a 1:50 y a un ritmo medio de 5:14. Me siento fuerte y sigo a este ritmo llegando al km. 30 a una media de 5:11. Hasta yo me sorprendo de lo bien y fuerte que voy y con el día que hace!!. Del km 30 al 35, poco a poco se va dejando asomar el cansancio, la respiración se torna más agitada, la necesidad de beber es mayor, mis gemelos me recuerdan que están ahí y comienzan los primeros calambres, al principio suaves y sin molestar demasiado, pero en progresión ascendente.

Llegado al kilómetro 36 y ya con claros síntomas de cansancio general comienza la batalla conmigo misma, es la hora de que entre en funcionamiento el arma secreta de cada uno…. La cabeza. Sí, porque si alguien piensa que una maratón se acaba con las piernas está totalmente equivocado, la fortaleza está en la cabeza… Esta no tiene piernas, no quita los calambres pero es la que te recuerda todos los duros momentos que has pasado para poder llegar ahí, el sacrificio que me ha supuesto, los días de frío y lluvia,….Y así, absorta en mis pensamientos pasaba por el kilometro 37 y allí me esperaba Aitor, para darme el último mensaje de ánimo antes de enfilar los últimos kms. Mensaje de aliento, que me dio el último empujón de valor para afrontar un reto que se me tornaba complicado.

Los últimos kilómetros fueron de calambres continuos cada vez más frecuentes y dolorosos, el calor se hacía insoportable, a esto se suma cierto dolor abdominal, pero ahora el cuerpo sigue la estela de las directrices de la cabeza. Es en este momento cuando me tengo que repetir una y otra vez….”Esto sólo lo consiguen las campeonas…. Y tú eres una de ellas” y por fin vislumbro la última recta, los 2 últimos kilómetros y encima de subida!!!

Ahora viene el público y con sus ánimos como si de empujones se trataran, me hacen alcanzar el arco del kilómetro 42. Ya sólo quedan 195 metros. Este es el momento que dejo descansar la cabeza y me centro en mi cuerpo, extasiado, dolorido, con muy pocas energías…. ya estoy casi en la meta, me recorre un escalofrío de los pies a la cabeza que hace que se me erice la piel, con un nudo en el estómago que se eleva hasta la garganta no puedo más y como en las anteriores ocasiones, el llanto forma parte de la estampa de la meta, llanto con congoja pero en este caso es de alegría, de superación, de recompensa, de gratitud….

Es complicado transmitir lo que siento en este momento… ´Sólo aquellos que hayan pasado la línea de meta saben de lo que estoy hablando…es algo especial muy especial, es la manifestación constante de valor y superación personal. Es una oda al ser humano y a la demostración de que querer es poder y llegar es ganar.




Por cierto, el crono se paró a las 3horas 47 minutos…


AGRADECIMIENTOS

Sin ninguna duda, este es el apartado más importante de esta crónica. No hubiera sido capaz de alcanzar mi reto si no hubiera sido por la ayuda y apoyo de cuantos me quieren…

A Aitor, por su apoyo incondicional, paciencia y comprensión. Tú sabes, que sin ti esto no hubiera sido posible. La mitad de la medalla es tuya!!!

Un agradecimiento especial para mis niños, Aimar y Zaloa, por mi ausencia en esos desayunos los fines de semana o en los interminables entrenamientos de los domingos, por esas tantas veces que cuando me calzaba las zapatillas y con miradas de tristeza me decían…”ama otra vez te vas a correr?”. No sé como os lo voy agradecer, tesoros!!

A mi gran querida familia, padres, hermanos, cuñados…por estar siempre ahí… En especial a mi madre, por su preocupación, por sus mimos y por cuidarme tan bien como ella sabe hacer.

A mis amigas por sus ánimos, empatía, seguimiento, en definitiva por poder contar con vuestra amistad incondicional.

A mi amigos y compañeros de trabajo Ibón y Aitor, por esos cafés mañaneros cargados de estrategias y recomendaciones. Sobre todo por sus palabras de ánimos, en esos momentos de tristeza y de bajón emocional. Nadie mejor que ellos saben que han sido claves en esta maratón.

A Jose González, por su fiel seguimiento durante todo el entrenamiento, por vivirlo casi como si de su maratón se tratara. En definitiva por estar siempre ahí conmigo. No pierdo la esperanza de volver a correr juntos otra maratón.

A mis compañeros de facultad, que después de habernos reencontrado hace 2 años tras 20 años sin saber de ellos, me he sentido tan querida y apoyada como si el tiempo no hubiera pasado por nosotros.

Eskerrik Asko. Maite Zaituztet




domingo, 16 de marzo de 2014

En una tierra ocupada, de Ava Campell


Siempre que tengo que proponer libro para el Club de Lectura es una decisión meditada. Normalmente me apetece una lectura fresca y divertida (algo difícil de conseguir…) y en esta ocasión parecía que tenía el libro perfecto, que no es otro que “Bridget Jones. Loca por él”. En la elección tengo en cuenta que es un libro que leemos todas las amigas, así que quiero que sea un libro que atraiga un poquito. Y aquí está lo complicado, porque la lectura es algo muy personal y hay infinidad de gustos, pero también ese es el quid de pertenecer a un Club de Lectura, que una lee libros que nunca elegiría …
Pilutxi y Laura tienen una amiga escritora que presentaba su nuevo libro, así que nos invitaron a la presentación de éste: “En una tierra Ocupada“ de Ava Campell. Cuando estaba allí, sentí que tenia que proponer este libro como lectura del mes; por una parte no siempre se tiene una amiga escritora, y creo que incluirla en un foro de lectura es una forma de comentar su libro y que ocho personas hablen de él y de la escritora, y por otra parte esta novela transcurre en Vitoria, algo que me hace mucha ilusión ya que todas las que pertenecemos a este club somos de aquí.
Nos traslada a una Vitoria ocupada por los franceses, y fue aquí en la batalla de Vitoria, que por otra parte cumple en junio del 2013 su bicentenario, donde expulsaron a los franceses del territorio. 


Julio de 1808: las tropas francesas ocupan España. Inés de Mendívil, que odia a los franceses, debe trasladarse a Vitoria, una ciudad tomada por el ejército. Y aunque al conocer a Adrien Labat, el médico francés al que alojan sus tíos, descubre que no es odio lo que siente por él, está dispuesta a implicarse cuanto sea necesario para conseguir que los invasores se vayan.
Adrien Labat es médico en el ejército napoleónico. Ocupado en la organización de hospitales, la última de sus preocupaciones debería ser la sobrina de sus anfitriones. Pero cuando la joven despierta las sospechas de un general francés, se ve obligado a tomar una decisión sobre ella.
Una decisión que se vuelve en su contra cuando Inés le salva la vida y la incipiente atracción que sienten se transforma en algo más intenso. Todo está en contra de su relación. Pero cuando dos corazones se funden en uno, ¿puede la guerra, el horror o la muerte separarlos?




Ava Campbell es el seudónimo bajo el que publica novela histórico-romántica. Su verdadero nombre es Sonia Galdós,y esta aventura de escribir comenzó en 2009, cuando la decisión -dolorosa- de abandonar un proyecto profesional que no le satisfacía plenamente le hizo plantearse qué quería para su futuro.
Lectora compulsiva desde pequeña, AvaCampell dudo entre estudiar Derecho o Periodismo, porque siempre le han gustado los razonamientos y las palabras, pero finalmente se decanto por Derecho,se licenció en Deusto y comenzó a trabajar en Recursos Humanos, área en la que lleva catorce años y que le sigue fascinando. Amante de los deportes y la vida familiar, adora la novela histórica en todas sus facetas, pero de manera especial la romántica. Su primera novela “Quédate en mi vida”, publicada por Vergara en 2012, tuvo una excelente acogida por parte de las lectoras de España y Latinoamérica y le mereció que la revista Román Tica’s la designara mejor autora revelación nacional del año.



Es la segunda novela que leo de esta autora, y aunque su lectura me ha resultado fácil y amena y su forma de escribir me gusta, lo cierto es que esperaba bastante más.
Que fuese histórica fue algo por lo que aposté, y creo que aunque se nota que ella domina mucho la época de la invasión Napoleónica en Vitoria y está bastante documentada, me parece un poco floja. Por otro lado, la historia entre Inés y Adrien me ha dejado un poco fría, y sinceramente, creo que podía haber sacado mas jugo de los personajes de Clara y Martín… y por decir… hasta de Beatriz. Me parece que deja un poco incompletos estos personajes.
En general, recorrer Vitoria de 1808 me ha gustado, y creo que Sonia Galdós escribe esta historia con elegancia y gusto… Espero nos siga deleitando con más relatos basados en historias de Amor.


Elena


                             

                                                                   Diciembre 2013

lunes, 25 de noviembre de 2013

Años Luz de James Salter




No sé cómo llegó a mis manos este libro, pero ha sido todo un descubrimiento. El mejor libro que he leído este año.

Un meláncolico retrato de un matrimonio acomodado americano, Viri y Nedra, que transcurre como la vida misma a golpe de pequeños momentos cotidianos, algunos más trascendentes. 

La mayoría de los libros nos hablan de los momentos mágicos o cruciales que cambian o marcan nuestra existencia, pero es realmente  así? o los pqueños actos cotidianos (y hasta tediosos) como leer un libro a tus hijos al lado de la chimenea, cenar con amigos, ir a la playa...son los que marcan nuestro rumbo? La primera parte del libro, un poco inconexa a priori se dedica a esto a describir estos momentos.

Con una maestría asombrosa, como de soslayo va desgranando la vida de esta pareja, sus cambios, la aparente unidad, de la felicidad inicial a una relación cuyos cimientos son la comodidad de la familiaridad. Llega un punto de inflexión la pareja se separa, y ya todo se torna triste, Nedra ansia vivir otra vida, Viri se conforma con vivir una vida no deseada....

Me recuerda a mi admirado Julian Barnes en la forma de tratar temas vitales, en este caso de la vida en pareja con una aparente liviandad que hace fácil la lectura pero que calan hondo. 

Valga de ejemplo esta reflexión de Nedra: "De todos ellos, aquel era el auténtico amor. De todos ellos, era el mejor. El otro, aquel suntuoso amor que te embriagaba, que uno anhelaba, envidiaba y en el cual creía, aquel amor no era la vida. Era lo que la vida buscaba; era la suspensión de la misma. Pero estar próximo aun hijo, por quien uno lo consumía todo, cuya vida estaba protegida y nutrida pro la tuya propia, tener a ese hijo a tu lado era la alegría verdadera, la más profunda, la única."

Habría tantos párrafos que referir que se haría tediosa la lectura de este post, así que sólo puedo recomendar leerlo.

Una novela absolutamente recomendable que me ha abierto el apetito de más Salter, un maestro por la delicadeza de su prosa.

Esta vez he hecho un poco de trampa en el Club de lectura y como iba muy retrasada con el libro del octubre, y me tocaba elegir el de noviembre elegí uno que yo ya había leído, esperando que mis queridas amigas les complazca su lectura tanto como a mí. Ya nos contaréis, chicas.

Sonia

lunes, 28 de octubre de 2013

El insólito peregrinaje de Harold Fry, de Rachel Joyce

Hay libros que tenemos tantas ganas de leer, de los que esperamos tanto, que cuando caen nuestras manos ansiamos devorarlos y disfrutarlos, este era uno de ellos.

Tenía pendiente la lectura de "El insólito peregrinaje de Harold Fry" desde una visita a FNAC donde estaba en un cabecero, leí la sinopsis, busqué críticas en la red...además era de una escritora inglesa, me encanta la literatura inglesa actual, en fin todo a favor de libro así que decidí proponerlo como libro del mes a mis amigas del club de lectura....

La historia es potente, como el sencillo gesto de andar se convierte en un viaje interior. El protagonista, Harold Fry recibe una carta de una antigua compañera de trabajo enferma de cáncer, contesta a la carta y al ir a enviarla en un impulso decide andar un poco hasta la siguiente oficina de correos, y luego un poco más allá para acabar decidiendo entregársela en  mano. Le separan 1000 kms del punto de destino, piensa que este gesto salvará a su amiga o le dará un motivo para vivir. Se acaba convirtiendo en un encuentro consigo mismo, en una reconciliación con su vida, en un nuevo comienzo.

La idea parece chula, pero el libro carece de gancho, acaba siendo repetitivo y se hace un poco pesado. 

Está muy bien el enfoque de tratamiento que los medios de comunicación dan a las informaciones y como un día te convierten en héroe y al día siguiente pasas al olvido. Del libro me quedó con esto y con la idea de que tomar distancia con nuestro día a día, que a menudo nos puede parecer asfixiante, puede ponerlo en valor y reconciliarnos con nuestra vida.

Similar a "La mujer que vivió un año en la cama", este segundo tiene pasajes más divertidos. 

En fin, que no fue muy acertada mi elección, criterio que compartimos todas las lectoras del club, aburrido y un poco pesado.

Lo siento chicas, espero tener más tino la siguiente.

Sonia

domingo, 26 de mayo de 2013



SOBRE LA AUTORA

(Madrid, 1960) Escritora española, una de las más relevantes de las últimas generaciones, con títulos tan significativos como Las edades de Lulú y Malena es un nombre de tango


Nacida en Madrid, ciudad a la que siempre se ha sentido estrechamente vinculada, Almudena Grandes estudió geografía e historia en la Universidad Complutense y comenzó a trabajar en el mundo editorial como escritora de encargo. Cuenta la autora que se dedicó a la escritura gracias al fútbol y porque no sabía dibujar: “Cuando íbamos a visitar a mi abuelo, mi padre y él veían el fútbol y no se podía hablar. A los niños nos daban lápices de colores, pero como a mí no me gustaba dibujar, me aburría. Y me dijeron que escribiera algo. Aún conservo algunos cuentecitos de regalo de los que obtuve rentabilidad económica. Fue mi primer trabajo profesional”. 

Entre sus trabajos como redactora y alguna incursión en el cine (en 1982 tuvo un pequeño papel en el filme de Oscar Ladoire A contratiempo), Almudena Grandes obtuvo el reconocimiento del público con su ópera prima, Las edades de Lulú (1989). La novela, una insólita historia de iniciación y aprendizaje, obtuvo el XI premio La Sonrisa Vertical de narrativa erótica, convocado por la editorial Tusquets, y supuso el mayor éxito en la historia de este premio. Desde su aparición ha sido traducida a 21 idiomas y lleva vendidos más de un millón de ejemplares. 



Fue en febrero de 2007 cuando le tocaría el turno a El corazón helado, considerada por la propia autora como su novela más ambiciosa hasta la fecha. Es en esta novela donde comienza su paseo por la historia de España y datada cronológicamente en la guerra civil española.
SIPNOSIS DE LA OBRA

Es la primera de las seis obras que configuran la serie de Episodios de una Guerra Interminable

“Toulouse, verano de 1939. Carmen de Pedro, responsable en Francia de los diezmados comunistas españoles, se cruza con Jesús Monzón, un cargo menor del partido que, sin ella intuirlo, alberga un ambicioso plan. Unos años después, en 1944, Monzón, convertido en su pareja, ha organizado el grupo más disciplinado de la Resistencia contra la ocupación alemana, prepara la plataforma de la Unión Nacional Española y cuenta con un ejército de hombres dispuestos a invadir España. Entre ellos está Galán, que ha combatido en la Agrupación de Guerrilleros Españoles y que cree, como muchos otros en el otoño de 1944, que tras el desembarco aliado y la retirada de los alemanes, es posible establecer un gobierno republicano en Viella. No muy lejos de allí, Inés vive recluida y vigilada en casa de su hermano, delegado provincial de Falange en Lérida. Ha sufrido todas las calamidades desde que, sola en Madrid, apoyó la causa republicana durante la guerra, pero ahora, cuando oye a escondidas el anuncio de la operación Reconquista de España en Radio Pirenaica, Inés se arma de valor, y de secreta alegría, para dejar atrás los peores años de su vida.”

MI OPINIÓN 


Inés y la Alegría, es uno de esos libros, que siempre quedarán en mi recuerdo. Con el paso del tiempo, olvidaré muchos pasajes de esta obra, pero, sin duda alguna, perdurará en mi memoria el argumento de esta novela. 

Al principio la lectura, se me hizo espesa y complicada. Me costó darme cuenta que existían 3 narradores (Inés, Galán y la propia Almudena) y acostumbrarme a los cambios de épocas y de historias. 

Almudena Grandes, ha sabido compaginar a la perfección historia y ficción en esta obra que bajo mi punto de vista, está cuidadosamente escrita, narrada con naturalidad y delicadeza compaginando tanto historias personales como elementos históricos. Destacar que además de la historia principal (la de Inés y Galán), ha sabido resaltar personajes secundarios dignos de mención. Me quedo con Virtudes, pero sobre todo con la historia de Adela. 

Lo considero un relato interesante desde el punto de vista histórico (el episodio de la invasión del valle de Arán yo ni lo conocía hasta que he leído el libro), aunque según mi opinión, reitera en varias ocasiones el mismo suceso a lo largo del libro, restando importancia a un hecho histórico desconocido. 

Debido a mi falta de conocimiento de la historia del Partido comunista me ha sorprendido su estructura, estrategias internas…..Sobre todo la figura de Dolores Ibárruri, que para mí siempre ha sido una señora enlutada, con rictus de tristeza y expresión de cabreo, dando la sensación de mujer físicamente débil, pero ¡Joder con la Pasionaria!.


Es una lectura totalmente recomendable, que a mí me da pie a seguir leyendo los episodios de una guerra interminable, con la siguiente novela “El lector de Julio Verne”. 

Y del libro, me quedo con una frase que se repite en diversos momentos de la novela y que para mí es mucho más que una frase….“la historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos mortales”.

Laura

jueves, 16 de mayo de 2013

Una tienda en París



Bueno, bueno, por donde empiezo…

Lo cierto es que cuando elegí el libro no tenía pensado hacer ningún tipo de comentario, pero aquí estoy escribiendo…

Para hacer la elección, cosa que a mi me parecía muy difícil por el nivel de lectura que hay en el grupo, me metí en una pagina de Internet para ver novedades, libros mas leídos, comentarios…  con la intención de coger un libro de lectura fácil, y sobre todo que nos hiciera sonreír y pasar un rato agradable.

Mi sorpresa fue la gran cantidad de libros que hay. Después de descartar los de Grey (los más vendidos  de los últimos meses) empecé a liarme un poco… nada, sólo un poco…

Tanteé mediante whatsapp a unas amigas haber si me recomendaban alguno… volví a descartar los de Grey… y me encontré que tenía que tomar una decisión. Sí, una decisión  pequeña pero había que decidir algo… con lo indecisa que soy yo!

Entre los finalistas había uno: “Una Tienda en Paris” de Maxim Huerta.



Pensé: “Uy, como me suena el nombre del autor; creo que hacía un programa en Canal Plus hace unos cuantos años…”

Lo recordaba, y como me cae bien lo elegí con la intención que fuese un libro diferente y divertido.

¡Además tenía la característica importante que es CORTO y el título me gusta! 

Cuando acabe de leer el libro pensé en escribir una pequeña crítica. Mire algo sobre el autor y, sorpresa sorpresa, no es el Máxim que yo creía… le había confundido con Máximo Pradera; éste sí trabajaba en Lo + Plus con Fernando Schwartz y Ana Garcia-Siñeriz. ¡¡Menuda confusión!!

El verdadero autor es…

Màxim Huerta Hernández (Utiel, Valencia, 1971) es periodista. Tras licenciarse en Ciencias de la Información por la Universidad CEU San Pablo de Valencia, inicia su trayectoria profesional en radio y medios escritos de su tierra natal. Su salto a la televisión se produce en 1997, año en el que se incorpora a Canal 9. Comienza a trabajar en Telecinco en 1999, al frente del informativo regional de la cadena para la Comunidad Valenciana. Ese mismo verano pasa a la emisión nacional al convertirse en uno de los rostros de Informativos Telecinco, en los que permanece cinco años presentando distintas ediciones. Durante ese período presenta La noche temática de los juegos de rol y forma parte del equipo informativo de elecciones y grandes acontecimientos, como la guerra de Irak, de Afganistán o la boda real. En 2005 da un giro a su carrera profesional —hasta ese momento siempre vinculada a los espacios informativos— y se incorpora al equipo de presentadores de El programa de Ana Rosa, un magacín conducido por la popular periodista Ana Rosa Quintana. Formó parte también del equipo de Queremos hablar, en Punto Radio.

Màxim Huerta es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión y colabora en Vanidad y Divinity.

"Una tienda en París" es su tercera novela. Anteriormente había publicado “Que sea la última vez” y “El susurro de la caracola”, todo un éxito de ventas y crítica.      
                           
Cuando me di cuenta de la confusión pensé: “para haberlo escrito éste ni tan mal…”

Creo que si lo hubiese sabido desde el principio no le hubiese dado una oportunidad. No me gusta el tipo de periodismo  que ha hecho junto a Ana Rosa Quintana en Telecinco ya que este estilo de programas no me van.

Una tienda en París

Una Tienda en París cuenta la historia de Alice y Teresa, dos mujeres y dos vidas unidas por una corazonada…

Teresa deja su vida gris en Madrid para ir en busca de una vida que tenga todas las gamas de color en París.

Después de perder a su madre y ser educada por su tía en un ambiente tan hostil como estricto en el que le resultaba difícil respirar, Teresa puso rumbo a París guiada por un viejo cartel de una tienda de telas de esta ciudad que adquirió en un anticuario.

Lo que no sabía es que su anterior dueña, Alice Humbert, la llevaría hasta el París de los años veinte, mostrando la sociedad de aquella época y viendo las carencias de unos frente las opulencias de otros. Alice nos cuenta su historia de amor, lujo y supervivencia en ese París  de modistos, pintores y artistas célebres de principios del siglo veinte.

Además Teresa, gracias a la búsqueda de Alice, no sólo descubrirá un futuro, si no también un pasado que creía  perdido.

En resumen decir que no ha sido un libro que me haya enganchado, aunque de todos modos me ha resultado una lectura amena e interesante por la historia de esas dos mujeres en busca de la Felicidad y como confluyen en ese inesperado final mostrando a su paso ese grandioso París de los años veinte.

Como dice Máxim, este libro trata de un "viaje hacia la felicidad interior" porque "París no es un lugar, es un estado de ánimo".

A fin de cuentas un libro con una gran sensibilidad.

Elena       

jueves, 24 de enero de 2013

Que gran hábito a inculcar desde pequeños,(dice la unica no mami del grupete).Yo de pequeña leía mucho,no se si porque en mi casa siempre hubo muchos libros,o porque mi padre,por las tardes trabajaba tambien en una biblioteca pública y pasabamos allí muchas tardes.Devoraba libros de Los Hollister o de Los Cinco,(mis preferidos)creo que si me esfuerzo todavia recitaría de memoria algún párrafo. Bien hecho mamis ... ya sabeis , quien lee nunca esta solo.